thyssenkrupp Home solutions es ahora TKE Home Solutions
TKE Home Solutions
Artículo realizado por el Equipo de TKE Home Solutions
Contenido actualizado el martes, 20de abril de 2022, a las 11:00
El ejercicio para las personas mayores implica muchos beneficios ya que puede prevenir la aparición de enfermedades y les ayuda a sentirse mejor. Efectivamente, el ejercicio para personas mayores mejora el ritmo cardíaco, la tensión arterial, disminuye el riesgo cardiovascular y la grasa corporal. El envejecimiento no supone renunciar a la actividad física, simplemente adaptarla a los condicionantes físicos para revertir las consecuencias de la edad.
Las personas que practican algún tipo de ejercicio de forma habitual tienen menos probabilidades de desarrollar la diabetes tipo 2, de sufrir caídas por deterioro óseo o incluso de padecer ciertos tipos de cáncer. Los beneficios de la actividad física alcanzan también a la salud mental, manteniendo el cerebro activo, el sueño óptimo y la alegría de vivir. Con todo esto, es evidente que el ejercicio físico influye en la esperanza y en la calidad de vida, como la que ofrecen las sillas salvaescaleras de TKE Home Solutions.
Los beneficios de los ejercicios para personas mayores realizados de forma regular son incontables y gracias al envejecimiento activo cada vez más mayores se calzan las deportivas para iniciarse en un estilo de vida saludable. Tal vez por falta de una educación en el deporte, por cuestiones socio-económicas o por falta de tiempo los mayores habían sido simples espectadores de una actividad que cada vez más hoy en día practican en primera persona.
Te proponemos una serie de ejercicios sencillos para mantenerte fuerte, conservar el equilibrio y evitar las caídas. Son movimientos fáciles que pueden hacerse a diario para convertirse en una saludable rutina.
El ejercicio para las personas mayores es clave para mantener la autonomía el mayor tiempo posible, les da independencia y seguridad en ellos mismos. Estos ejercicios nos ayudarán a realizar tareas de la vida diaria con igual soltura, a medida que vayamos envejeciendo.
Antes de empezar y una vez terminemos la rutina de ejercicios para personas mayores habrá que estirar el cuerpo. Al principio para preparar las articulaciones, músculos y huesos para el ejercicio. Al final, para relajar el cuerpo.
Podemos hacer tres sencillos ejercicios:
Estirar el costado. De pie o sentado. Consiste en levantar un brazo estirándolo hacia arriba, como si quisiéramos tocar el cielo, mientras la mano del brazo contrario se apoya sobre la cadera flexionando el codo. Hecho esto, tiramos de la mano levantada por encima de la cabeza, sin mover el cuerpo hacia el brazo contrario haciendo un arco. Se dobla un poco el cuello suavemente.
Hacemos cinco repeticiones de cinco segundos con cada brazo.
Giro de cabeza. De pie o sentado. Hacemos movimientos lentos con la cabeza. Primero movemos la cabeza arriba y abajo. Llevamos barbilla al pecho, tocamos y subimos hasta dónde podamos, sin forzar. Después movemos la cabeza a ambos lados, izquierda y derecha. Cinco repeticiones de cada ejercicio.
Giro de muñecas. Las rotaciones de la articulación de las manos hacia adentro y hacia afuera nos proporcionan agilidad. Estiramos las manos hacia delante y sin mover los brazos, giramos las muñecas primero hacia el interior y después hacia el exterior, completando cinco giros en cada sentido.
Con ayuda de una silla vamos a fortalecer las piernas. Podemos usar una silla de comedor o de cocina. Separamos la silla de la mesa para no tener obstáculos y simplemente, hacemos el gesto de levantarnos hasta ponernos en pie y una vez hecho esto, volvemos a sentarnos.
Con una serie de diez repeticiones al día será suficiente si lo hacemos a diario. El truco es ser constante.
Seguimos con la silla, pro esta vez nos colocamos de pie detrás de ella. Apoyamos las manos en el respaldo de la silla, dejando una separación cómoda en la que los brazos no estén ni muy juntos, ni muy separados. A continuación, ayudándonos de las manos, nos colocamos de puntillas suavemente y volvemos a plantar todo el pie en el suelo sin movernos del sitio.
Podemos hacer un par de series de diez repeticiones de este ejercicio para activar la circulación de la sangre.
Continuamos detrás de la silla con las manos colocadas en el respaldo a una distancia cómoda. En esta ocasión, movemos una pierna hacia delante, como si fuéramos a caminar. Lo que viene siendo dar un paso. Nos quedamos con el cuerpo recto y un pie atrás y otro adelante. El peso del cuerpo está principalmente en el pie adelantado que apoya toda la planta, siendo el pie atrasado el que hace de apoyo sobre la punta para mantener el equilibrio. Una vez logremos una postura estable, bajaremos y subiremos sin forzar ni doblar la espalda.
Para este ejercicio haremos una serie de diez repeticiones con cada pierna.
Para mejorar el equilibrio y descansar un poco del ejercicio anterior. No nos movemos de detrás de la silla, pero esta vez, intentemos no tocar el respaldo. En postura erguida y cómoda, basculamos hasta dejar el peso del cuerpo sobre uno de los pies y levantamos el otro intentando no torcer el cuerpo y no caer. No se trata de quedarnos a la pata coja como las grullas, bastará con aguantar unos segundos con el pie en el aire controlando la postura.
Como en el ejercicio anterior, una serie de diez repeticiones con cada pie.
Para terminar, vamos a ejercitar la espalda moviendo los brazos. Retiramos la silla y buscamos una pared despejada. Nos separamos a una distancia en la que podamos apoyar las palmas de las manos cómodamente, permaneciendo erguidos de pie con las rodillas siempre ligeramente flexionadas para mayor comodidad. Ahora, con cuidado, doblamos los codos hacia los laterales inclinando el cuerpo hacia el frente, sintiendo el peso del mismo. Sin llegar a tocar la pared con la cara, pero sin despegar las palmas de las manos, nos impulsamos suavemente hacia atrás y volvemos al punto inicial.
Este ejercicio podemos repetirlo diez veces.
Para terminar, repetimos los estiramientos y nos relajamos cinco minutos para tomar consciencia del efecto que estos ejercicios para mayores han causado en cada parte de nuestro cuerpo.
Todos los mayores pueden realizar algún tipo de actividad física bajo la supervisión de su médico de familia con el que mantener el cuerpo en forma. Es importante la personalización de los ejercicios para personas mayores ya que estos deben contemplar las particularidades médicas a la hora de establecer las rutinas y la frecuencia. El objetivo es realizar diferentes rutinas deportivas en las que, dentro de las capacidades de cada persona, se trabajen las 4 áreas esenciales para conservar la salud y la autonomía personal:
Cuando se tiene una enfermedad crónica sobrevenida por la edad como la osteoporosis, la diabetes o la artrosis, la correcta combinación de estos 4 tipos de ejercicios, junto con el adecuado tratamiento médico, contribuirán a mantener la calidad de vida del paciente. Por ejemplo, para la Artrosis lo adecuado es reducir el peso corporal por lo que la recomendación es practicar ejercicios aeróbicos y de resistencia. En el caso de la incontinencia urinaria, existen una serie de ejercicio llamados de Kegel que refuerzan el suelo pélvico.
Una vez identificada la necesidad y dispuesto al ánimo hay que tener presente una serie de precauciones antes de lanzarnos a la práctica deportiva:
Para los que empiezan, el consejo es ir poco a poco, el cuerpo es sabio y nos ira dando muestras de los avances y permitiéndonos ir un poco más que la semana anterior. Asique además de hacer los ejercicios despacio para asegurarnos de que los estamos haciendo bien, empezaremos haciendo pocos, durante poco tiempo, para ir ampliando gradualmente la diversidad y la duración de estos. Lo importante es no hacerse daño y hacer ejercicios de una intensidad que podamos afrontar y que sean específicos para fortaleces diferentes partes del cuerpo. Aquí tienes una propuesta para fortalecer las extremidades superiores (brazos) y otra para fortalecer las extremidades inferiores (piernas).
Lo mejor para empezar es caminar. Salir con los amigos y marchar a un ritmo que nos permita mantener una conversación sin perder el resuello. Media hora al día que en seguida nos va a saber a poco.
¿Le cuesta subir las escaleras?
Elimine las barreras y vuelva a disfrutar de toda su casa con las sillas salvaescaleras de TKE Home Solutions.
Campo Obligatorio
Hemos recibido su solicitud. En breve nos pondremos en contacto con usted.
Cómo hacer accesible una vivienda
Pérdida de equilibrio al andar: ¿a qué se debe?
DIFICULTAD PARA CAMINAR: CAUSAS, TIPOS DE ANOMALÍAS Y TRATAMIENTO
Vivir con dolor de rodillas
Artrosis y movilidad
Remedios para piernas hinchadas en personas mayores
Silla Salvaescaleras para escaleras rectas
La silla salvaescaleras Levant está diseñada para tramos de escaleras rectos. Un sistema de elevación sencillo, cómodo...
Silla Salvaescaleras para escaleras curvas
La silla salvaescaleras S200 se ajusta a todo tipo de escaleras. Es la mejor solución para escaleras curvas, de...
Silla Salvaescaleras para escalera exterior
La silla salvaescaleras Levant Intemperie está diseñada para las escaleras del exterior con todas las garantías para...
¿Quieres más información? ¡Contáctanos!
Solicita información
¿Te llamamos?
Llama gratis al: 900 37 47 57
Gracias por ponerse en contacto con nosotros.
Error al enviar el mensaje.