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Artículo realizado por el Equipo de TKE Home Solutions
Martes, 03 de mayode 2022
El Síndrome de Piernas Inquietas o acromelalgia (enfermedad de Willis-Ekbom), es un trastorno neurológico que afecta a la calidad del sueño de las personas mayores, consistente en una sensación desagradable en las extremidades, estando en reposo, que ocasiona un impulso irrefrenable de levantarse y mover las piernas, ya que el movimiento produce cierto alivio.
En el S XVII el famoso médico inglés Thomas Willis describió el primer caso, pero no fue hasta 1945 cuando el neurólogo sueco Karl-Axel Ekbom acuñó el término con el que se conoce al síndrome: de piernas inquietas.
A partir de 1995, se han definido criterios de diagnóstico y un incremento del éxito en los tratamientos farmacológicos. Existen 4 criterios para diagnosticar el SPI:
Simultáneamente, puede haber movimientos periódicos de flexión de las piernas durante el sueño.
El SPI afecta principalmente a mujeres mayores y tiene un componente hereditario. Curiosamente, el error en el diagnostico hace que en ocasiones pase desapercibido o se confunda con los síntomas de otras enfermedades como la artritis reumatoide, la insuficiencia renal crónica o el déficit de hierro.
Las personas que padecen el síndrome de piernas inquietas describen una desagradable sensación de calor y hormigueo a la vez, que varía en gravedad e intensidad. Quemazón, irritación, dolor… Lo que ocurre se ha descrito como ¨algo¨ que se desliza por el interior de las extremidades causando molestias de diferente índole: hormigueo, picor, dolor, ardor…
Los síntomas se acentúan en reposo, principalmente a última hora de la tarde y durante la noche. Aparecen al estar sentados o tumbados, sin conexión con actividades previas. Mover las piernas alivia la sensación momentáneamente ya que reaparecen nuevamente al relajarlas. Esto hace que las personas que sufren este síndrome no puedan descansar adecuadamente, lo que les supone múltiples trastornos sociales y de salud.
El síndrome de las piernas inquietas es de causa desconocida. Puede venir asociado como síntoma de otra enfermedad como una neuropatía, por ejemplo. En los casos en los que no hay causa de su desarrollo se cree que el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) tiene un componente genético.
En algunos casos, pocos, su origen y desarrollo puede deberse a una falta de hierro y dopamina, artritis e insuficiencia renal.
En la mayoría de los casos, las personas que lo padecen tienen asociado algún trastorno de tipo motor en el sistema nervioso central o en las vías periféricas.
Lo que sí se sabe es que el síndrome de las piernas inquietas sigue un patrón circadiano, es decir, su intensidad varia periódicamente según la influencia de los cambios ambientales en ciertas variables biológicas.
Lo importante es realizar un correcto diagnostico ya que puede pasar desapercibido como síntoma de una enfermedad diagnosticada o confundirse con los calambres nocturnos, la acatisia, la neuropatía periférica y otras afecciones vasculares. Sin embargo, no es sencillo ya que no hay prueba para ello, solamente el juicio clínico del profesional médico, en función del historial del paciente y de sus síntomas.
Tras el diagnóstico clínico, existen diferentes opciones terapéuticas.
Aliviar el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) una vez diagnosticado preciso de un tratamiento médico ajustado a la intensidad del SPI y al tipo de paciente.
El tratamiento farmacológico, lo determina un médico que hace seguimiento para valorar su eficacia.
Además, existen una serie de recomendaciones para gestionar los síntomas en los casos moderados. Se trata de medidas preventivas y cambios en el estilo de vida de los pacientes diagnosticados con el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI):
El SPI puede convertir nuestras noches en verdaderas pesadillas. Además de las recomendaciones para aliviar los síntomas durante el día, hay una serie de aspectos que pueden ayudarnos a dormir bien a pesar del Síndrome de Piernas Inquietas (SPI). Se trata de crear un entorno propicio para conciliar el sueño.
Si aún así, no puede conciliar el sueño, levántese, dese un paseo por la casa hasta que se relaje, evitando la tentación de mirar el móvil, y vuelva a la cama con la intención de descansar.
Bibliografia:
https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-actualizacion-medicina-familia-una-revision-13115949
https://www.cigna.com/es-us/individuals-families/health-wellness/hw/temas-de-salud/sndrome-de-las-piernas-inquietas-zx3360
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