¿Qué es la frustración por COVID-19 y cómo podemos gestionarla?
Artículo realizado por el Equipo de TKE Home Solutions
La llegada del COVID-19 puso nuestras vidas del revés y todos nos hemos visto afectados, en mayor o menor medida, por esta pandemia. Así, hay personas que afirman estar más desanimadas, más frustradas o enfadadas de lo normal. En este artículo abordaremos el tema de la frustración por COVID-19 y veremos cómo gestionarla.
Cambios en nuestra rutina
Los cambios en nuestra rutina influyen directamente sobre nuestro equilibrio emocional. Muchas personas llevan muchos meses, o incluso un año, sin pisar la oficina, otras no han podido ver aún a sus familiares, y se ha perdido la socialización con amigos. Todo ello nos lleva a reflexionar acerca de nuestras emociones, ¿cómo nos sentimos tras casi un año conviviendo con una pandemia que nos ha separado de los nuestros?
La frustración por COVID-19
La frustración, el enfado o la ira suelen surgir como respuesta a algo que consideramos una amenaza. No obstante, también pueden ser consecuencia de otras emociones como la ansiedad, el miedo, la impotencia o el dolor por la pérdida de algún ser querido. Estas emociones están directamente relacionadas con el momento actual que estamos viviendo, y seguro que te sientes identificado con alguna de ellas.
En este tiempo conviviendo con el virus hemos perdido el control sobre lo que podemos hacer o no, el contacto con seres queridos, y en peores casos incluso el puesto de trabajo o a un familiar o amigo. Ante estas situaciones, es normal experimentar procesos de enfado, ira, irritabilidad o frustración.
De hecho, según la OMS se ha detectado un incremento de las depresiones, la ansiedad y el estrés postraumático, todo provocado por la pandemia de Coronavirus.
Consejos para gestionar la frustración por COVID-19
Para mejorar esta situación, lo mejor es seguir los siguientes consejos:
- Hablar con un especialista. Si existe la posibilidad de hacerlo, es muy recomendable. No debemos descuidar nuestra salud mental.
- Seguir una rutina. Debemos mantenernos activos físicamente, siempre dentro de nuestras posibilidades. Salir a caminar, hacer deporte en casa, etc.
- Hacer yoga o meditación también es recomendable.
- Seguir una dieta equilibrada.
- Desconectar de las malas noticias. Una constante exposición a malas noticias puede hacernos sentir angustia y ansiedad.
Fuentes: